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El Hola y el Adiós: el regalo de estar aquí

Actualizado: 24 nov 2022


Interior de la casa-taller en Coñaripe, donde La Comunidad del Cordero Teatro se encuentra actualmente.


Desde abril de 2022, la Comunidad del Cordero Teatro se ha trasladado a la Región de los Ríos, con el fin de experimentar el vivir, trabajar y crear en medio del bosque, sobre montañas, rodeados de volcanes y durante los meses de otoño e invierno como momentos de incubación y planificación para la compañía. Vivir, trabajar y crear en un entorno natural privilegiado, en Coñaripe... tiene sus encantos y sus dificultades. Hoy quiero compartir aquello que me ha mantenido atada a este lugar y que me maravilla.


Desde nuestro establecimiento aquí, nos hemos dado el tiempo y el espacio para hacer un trabajo introspectivo...uno que deja preguntas cuyas respuestas se buscan desde el hacer diario y sus ritos: encender el fuego en la mañana, preparar alimentos y consumirlos, despertar mente y cuerpo (bien sea desde el movimiento, la lectura o la escritura), respetar el ritmo que los días y el clima marcan para la organización del trabajo y la búsqueda del sustento.


Nos encontramos con un territorio lleno de vida por todos lados: las piedras engalanadas con musgo, hongos...de ellas crecen plantas, árboles...levantas una hoja y ves las lombrices escarbar la tierra oscura. Nos encontramos con semanas enteras de lluvias que no paran, vientos tan fuertes que solo creerías que existen en los mitos e historias épicas...encontramos halos y arcoíris nocturnos alrededor de la luna llena, durante las noches heladas y colmadas de estrellas, el canto de una diversidad de pájaros que abruma...ver volcanes nevados en el horizonte, hilos de agua brotar de las montañas, el hielo y deshielo matutino de todas las cosas durante el invierno. Todo esto que nos ha sido mostrado y revelado tiene una fuerte influencia en nuestra investigación actual y es este el momento sentimos la necesidad de compartirlo en cada encuentro, en cada conversación y en cada curso que hacemos.


Ha llegado la primavera y se aproxima el verano. Nos acompañan días más cálidos, alternancia entre cielos despejados llenos de estrellas y mañanas tibias con nubes que bajan desde los cerros a mojar la tierra. El trabajo cambia también su ritmo y sus propósitos para nuestra compañía...ha llegado el momento de decirle adiós a la casona que nos ha albergado todos estos meses y queremos hacerlo en comunidad...hemos organizado nuestro último curso del año y así pasaremos este último fin de semana celebrando. No será solamente un curso de 16 horas, sino que también ofrecemos a quienes decidan formar parte la posibilidad de acampar en este bello entorno (o también alojar dentro de la casa).


En oportunidades anteriores, hemos realizado el curso Lo Ritual y el Payaso incluyendo el alojamiento durante el invierno y ha sido increíble la atmósfera de camaradería que se ha generado al estar en torno al fuego compartiendo entre las clases, las comidas y los descansos. A diferencia de los cursos anteriores, en esta oportunidad el clima nos invita a disfrutar del exterior y es por eso que nuestrxs invitadxs podrán acampar en esta oportunidad especial.




La Comunidad del Cordero Teatro sigue y seguirá su camino por estas tierras, solo nos despediremos de esta casa y seguiremos el rumbo...a seguir creando, investigando y decantando todo lo aprendido.


No nos hemos limitado a nuestro entorno cercano...hemos conocido gente y realidades de localidades distantes a Coñaripe y ha sido un viaje increíble: Los Ángeles, Temuco, Villarrica, Licanray, Afunalhue, Caburga, Pucón, Lanco, Panguipulli, Valdivia...y puede que se me escape algún otro. Cada territorio está asociado a modos, formas, costumbres y paisajes diversos y eso se refleja al interactuar con las personas que allí habitan, al visitar esos lugares (tanto físicamente, como también a partir de sus relatos).


Si, este escrito suena a despedida porque lo es

Una despedida de La Comunidad del Cordero Teatro a la casona que nos albergó estos meses. Como migrante soy capaz de reconocer la importancia de despedirse de tus seres queridos, de tus maestros, de tus estudiantes, tus amigos, tus compañeros de trabajo y de TUS LUGARES...ser parte de esta compañía en cuyo nombre reside la palabra comunidad, me hace querer compartir este fin de ciclo, este cierre de año rodeada de personas que buscan no solo pasarla bien, sino compartir desde el rito y la práctica del arte, formando un grupo que de otra manera no existiría.


Cada mañana saludamos a las montañas, agradecemos al agua que ondula en el lago; en el ocaso, despedimos los últimos rayos de sol que cada día se esconden más y más tarde, trayendo consigo una luz gentil de color naranja que baña el blanco del Rucapillán. El lugar ha cambiado con cada estación: los arbustos de murtilla que nos recibieron llenos de fruto están hoy con hojas nuevas despidiéndonos con su glorioso verdor.


Gratitud... alegría.


Quiero cerrar este escrito con un nostálgico recorrido de lo que han sido nuestros cursos a lo largo de los años...editar este video me ha hecho recordar miles de historias, nombres y lugares...no me veo a mi misma llevando una vida en la que esto no sea parte de mi quehacer.



¿Vendrías a Coñaripe a despedirte de este lugar con nosotros?. Si estás leyendo esto y aún está por comenzar diciembre de 2022, estás a tiempo de responder que sí y escribirnos (comunidaddelcordero@gmail.com) para recibir más información detallada sobre esta actividad de cierre.


Sin más que expresar por el momento, me despido



Saludos, Terricola




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